
Dentista para niños
Urgencias en pequeños
Las infecciones odontogénicas tienen su origen en las estructuras del diente, siendo la causa más frecuente la caries, que comienza afectando a los tejidos duros del diente (esmalte y dentina), hasta alcanzar la pulpa y conductos radiculares (pulpa localizada en las raíces de los dientes) ocasionando una pulpitis.
En ocasiones, el origen de la pulpitis es un traumatismo dental (golpe en los dientes) o bien un tratamiento previo sobre el diente (obturaciones muy profundas, tallados, etc.) que pueden provocar inflamación y posterior necrosis pulpar (muerte de la pulpa - nervio).
Estos procesos inflamatorios se deben a los productos de degradación y toxinas de los microorganismos que penetran en el tejido pulpar.
Clínica
1. La pulpitis aguda se caracteriza por un dolor intenso y localizado que es provocado por estímulos como el frío, el calor, alimentos dulces o ácidos. El dolor desaparece inmediatamente al retirar el estímulo.
2. La pulpitis crónica se caracteriza por un dolor pulsátil que aumenta con el calor y se calma con el frío, el dolor suele ser de aparición nocturna y generalmente el paciente no puede precisar el diente afecto.
Si la infección progresa puede afectar el tejido periodontal (tejidos de soporte del diente) y ocasionar la aparición de un absceso alveolar, que es la formación de una colección purulenta en el hueso periodontal.
El dolor se vuelve intenso con la oclusión (mordida) o incluso con el roce de la lengua y se acompaña de una tumefacción periapical y edema inflamatorio.
Esta colección purulenta puede abrirse camino al exterior a través de la cortical ósea mediante una fístula, o avanzar por el tejido celular subcutáneo originando una celulitis o extenderse a los huesos maxilares provocando una osteomielitis que en los casos más graves puede originar una sepsis.
En ocasiones, el absceso se cronifica dando lugar a granulomas y quistes radiculares.
Diagnóstico
Se llega a este por medio de la historia clínica, exploración bucodental y exploración radiológica, fundamental para determinar el avance de la infección y sus complicaciones.
Tratamiento
1. Tratamiento odontológico (apertura de la cámara pulpar y drenaje del tejido necrótico, y en los abscesos realizar drenaje quirúrgico).
2. Tratamiento farmacológico:
- Antibióticos.
- Analgésicos.
- Antiinflamatorios: Ibuprofeno.
ES IMPORTANTE QUE EL ODONTÓLOGO SEA QUIEN RECETE LOS MEDICAMENTOS AL PEQUEÑO.




