
Dentista para niños
Hábitos que deforman la boca

Deglución atípica
Se produce por la colocación incorrecta de la lengua al deglutir. Para ir bien, al tragar deberíamos colocar la lengua en el paladar, en lugar de ponerla hacia delante (hacia los dientes), que es lo que hace el niño con deglución atípica cada vez que deglute. Es un hábito muy dañino, difícil de eliminar y para lo que se precisa la ayuda de un logopeda. Hay que tener en cuenta que a la hora de hacer una ortodoncia, si la causa de la mala colocación de los dientes es una deglución atípica y no se trata, lo más probable es que a la larga haya una recidiva del tratamiento de ortodoncia.

Respiración bucal
Entre las afectaciones se encuentra la compresión maxilar. El maxilar superior queda estrecho y muy profundo, y al ocluir no lo hace de forma correcta con el maxilar inferior. En este caso resulta muy importante la valoración por parte de un otorrinolaringólogo.

Morderse las uñas
No es bueno para maxilares, dientes ni uñas, aparte del evidente foco de infección que supone el hecho de morderse las uñas.

Usar los dientes como herramientas
Para abrir bolsas, cortar etiquetas… Puede provocar desde fracturas dentales, a luxaciones y desplazamientos dentales.

Chuparse los labios
No deforma los dientes, pero en invierno los labios cortados se chupan y con el frío se cortan todavía más. Pueden llegar a provocar muchas molestias y dolor, además de convertirse en un foco de infección.

Chupón
Resulta muy beneficioso si se utiliza en la etapa adecuada, ya que les calma y reconforta, pero debe ser eliminado antes de los tres años de edad, porque si no la deformación que provoca se considera irreversible.

Chuparse el dedo.
Tiene el mismo efecto que el chupón, pero resulta mucho más difícil de eliminar. Provoca deformaciones que muchas veces pueden llegar a ser irreparables en su totalidad, incluso con ortodoncia.

Morder objetos
Este hábito suele ser más bien de tipo nervioso y puede provocar pequeñas fracturas en esmalte y dentina.